A veces no comprendo el sentido último de la perversidad humana y me cuesta pensar en cómo alguien se da permiso de trastocar con violencia otro universo… o encontrarle forma a una vida que se establece mediante relaciones de poder.
Sin embargo, pasado el malestar y mi crítica lacónica, el pensamiento al que siempre regreso es a saber que si se siente ajeno es sólo porque me amaste mucho papá; porque desde tus ojos siempre encontré respeto.
Me enseñaste sobre las cosas complejas, cómo la totalidad del cosmos se descompone en estructuras repetidas; me explicaste la raíz cuadrada con paciencia, aún ahora que sigo sin recordarla; y que el agua se atraviesa del mismo modo en el que se lee un poema: así, sintiendo.
Me enseñaste a amar el trabajo, a ser capaz de observar el momento exacto en que otra persona necesita ayuda; que al dar masajes debo cerrar los ojos para sentir el dolor del otro y que leyendo se conocen otros mundos que no podremos vivir porque pues… somos nosotros.
Que a la primera hay que hacer las cosas bien o que después cuestan el doble y que si me ocupo, entonces no me preocupo después
Me enseñaste a volar, me dijiste que podía hacerlo si corría con todas mis fuerzas “libera tus piernas y vuela” y entonces corríamos de la mano brincando las banquetas, las hojas y los charcos, aunque sólo fuera para no llegar tarde a la escuela.
Me dijiste que puedo cerrar los ojos para saborear el agua porque hay tiempo para cada cosa, hasta para las cosas pequeñas.
Papá, te extraño
Quisiera encontrar las palabras para expresar la angustia, para que salga de este hueco insondable que cargo ahora dentro del pecho.
Cómo con tu ausencia llegó el frío o las ganas de mantener la puerta con llave por las noches porque ya no vas a llegar.
Recuerdo que tus manos parecían inmensas y hasta tengo la imagen mental de esta película en donde el monstruo toma de la mano a la doncella, ¿sabes? en verdad podía jurar que tenían semejante proporción.
Es curioso que hace un par de años me di cuenta que en realidad eran pequeñas, pero… no sé si tenían una enorme fuerza o porque simbólicamente lo sostenían todo, Así eras tú.
… Siempre me lo explicaste todo, seguramente alguna cosa la aprendías al paso conmigo, pero era la forma de tu pensamiento sabía reconocer las piezas repetidas, las funciones primarias, los engranajes y tu universo perfecto de ingeniería.
Me gusta pensar que elegimos a las personas antes de nacer. Me gusta pensar que me elegiste para cuidarme y te elegí para crecer.
Tengo muchos recuerdos de tí.
Recuerdo que pintabas la casa mientras quitabas un tapiz lleno de árboles y sonreías, me decías que podía correr todo lo que quisiera porque que estaba en casa, otras veces sólo me decías …aaay hijastrita.
Me enseñaste a dibujar cuando no sabía escribir, me explicaste como se mueve la mano con las líneas y cómo es que se entienden las formas, mientras trazabas una retícula; me explicabas cómo es que si no sabes de proporciones no importa, me dijiste que siempre puedes partir el problema en cuadritos… ahí papá, ahí, justo ese día sentí que desbloqueaste el secreto más grande del universo. Bueno, también cuando me contaste que para no hacer rayones es tan sencillo como colorear en circulitos, por no mencionar ahora los ochos perfectos de Alejandra Guzmán…
Recuerdo cuando subíamos a la azotea con mi hermana y nos enseñabas cómo volver siempre a las pléyades. Me enseñaste que las matemáticas no son aburridas, a jugar ajedrez y a buscar la cadencia escondida en la música para bailar con el corazon.
Me dijiste que no debía tenerle miedo a la sangre, a los tiburones, o a la vida porque la sangre, los tiburones y la vida son profundamente hermosos.
Si… puedo ver también que no eras perfecto, pero hoy sólo quiero decirte que fuiste muy buen papá, aún sin haber tenido uno, aún sin saber cómo serlo.
Gracias porque aún ahora que ya no estás me sigues enseñando, porque veo tus manos en las manos de Pachi, tus ojos en los ojos de Susy, escucho cada mañana tus frases en la voz de mi mamá y llevo en mi corazón todas las enseñanzas que me diste.
… llega temprano a la casa, tu mamá se preocupa.
… se puntual en todo, la puntualidad es el privilegio de los reyes;
… aprende a escuchar, tienes dos oídos para escuchar y sólo una boca para hablar;
… nunca salgas sin dinero;
… Camina siempre por la derecha, o, ponte del lado de la calle si pasa al lado tuyo alguien que necesite tu protección y así también usa la escalera.
y bueno… queda eso que cuando no sé qué hacer pienso en qué harías tú, o, cosas como que luego vienes y me desbloqueas enseñanzas universales en los sueños.
Te amo papá.
Feliz cumpleaños.
https://www.youtube.com/watch?v=FgWzSd2-kIM&ab_channel=MyPianoSounds
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